miércoles, 3 de octubre de 2012

sobre la desigualdad

Les limitan el acceso a un trabajo con salario digno, esto condiciona el acceso a una alimentación digna y ésta, sumada a las inadecuadas condiciones de vivienda, limitan el acceso a la salud. Todo lo anterior no permite que los servicios de salud sean preventivos y, aún siendo curativos, no están al alcance de quien se enferma.
Instituciones con la obligación de cubrir algunas de las necesidades antes mencionadas continúan centralizadas y, más preocupante aún, sin cumplir su función.

Ellos aseguran que en nosotros está el cambio, pero luchar aislado no alcanza el objetivo del bien común; no necesitamos más división: somos un país dividido en departamentos, que se dividen en municipios, que se dividen en aldeas, que están divididas por etnias, que se dividen en clases sociales... tampoco se trata de perder la identidad (quienes todavía tienen una), se trata de darnos cuenta que eso nos condiciona, pero no nos determina. 

¿Quién determina los limites de lo normal y el desarrollo? Desarrollo según quién. Creo que ningún país está o es desarrollado porque el desarrollo es un cambio continuo, entonces, todos los países están en desarrollo, ni atrasado ni acelerado, cada uno a su ritmo, ninguno medido en comparación de otro pues los contextos son distintos. 

Nadie es mejor, nadie es peor, que cada país maneje sus situaciones; como países hermanos se puede proponer, pero jamás imponer pretendiendo que conocen mejor algo de lo que no forman parte. Toda propuesta es válida, pero será el país el que decida aceptarla o no y, por supuesto, adaptarla a sus necesidades y contexto. 

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